UNA NUEVA VACUNA PODRÍA PREVENIR LAS INFECCIONES URINARIAS CRÓNICAS

Las infecciones urinarias afectan a millones de personas y son especialmente frecuentes en la población femenina
ya que se estima que más de la mitad de las mujeres tendrán al menos una infección urinaria en su vida, y entre el 5-10% las sufren tres o más veces cada año.

Una nueva vacuna contra la Escherichia coli uro patógena el principal tipo de bacteria que provoca infecciones del tracto urinario en las personas que ha sido desarrollada por científicos de la Universidad de Duke en Carolina del Norte y consiste en una pastilla que se disuelve bajo la lengua podría evitar la excesiva prescripción de antibióticos para tratar las infecciones urinarias.

Durante años se ha intentado sin éxito elaborar una vacuna para prevenir las infecciones urinarias, lo que se ha debido sobre todo a las dificultades para conseguir que un fármaco penetre en la mucosa celular que recubre la boca, la garganta y el tracto urinario.

La vía de administración de la vacuna –por vía oral debajo de la lengua para que se disuelva con la saliva– induce una respuesta inmunitaria en el tracto urinario gracias a que las membranas mucosas que recubren la boca y el tracto urinario son parecidas. La eliminación del requisito de la cadena de frío tiene el potencial de reducir los costos de distribución de vacunas, ha destacado Sean Kelly, uno de los autores del estudio, cuyos resultados se han publicado en Science Advances.

Además, como la vacuna se dirige específicamente contra las bacterias que provocan infecciones del tracto urinario y no afecta a las bacterias saludables, no alteró el equilibrio de la microbiota intestinal en los animales, en los que no observaron problemas gastrointestinales.

El equipo de investigadores espera que los buenos resultados obtenidos con los animales faciliten las pruebas con la vacuna en ensayos clínicos con personas, ya que si se demuestra que este fármaco es efectivo en los humanos se podría disminuir de forma significativa la cantidad de antibióticos que se usan para tratar estas afecciones y esto ayudaría a frenar el avance de las superbacterias que han desarrollado resistencias a los antibióticos. “Tendremos que realizar estudios de biodistribución y seguridad antes de los ensayos clínicos, y estamos buscando activamente socios para lograrlo”, ha declarado Joel Collier, otro de los investigadores.

Fuente: Webconsultas

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