Un virus ancestral, que infectó a los primeros animales hace cientos de millones de años, juega un papel crucial en el desarrollo embrionario. Investigadores del CNIO han descubierto que este virus, conocido como retrovirusendógeno MERVL, marca el ritmo durante la transición de totipotencia a pluripotencia. En otras palabras, cuando el ovocito pasa de tener dos a cuatro células, este virus desempeña un papel fundamental.
Antes de esta transición, cada una de las dos células embrionarias es totipotente, lo que significa que podría desarrollarse en un organismo independiente. Sin embargo, las cuatro células en la fase siguiente no son totipotentes, sino pluripotentes, lo que les permite diferenciarse en células de cualquier tejido especializado del cuerpo. Este hallazgo tiene implicaciones importantes para la medicina regenerativa y la creación de embriones artificiales. El retrovirus MERVL, que se creía anteriormente como “ADN basura”, ahora se reconoce como un regulador clave de los factores de pluripotencia. El gen URI, investigado por el grupo de Djouder, también está involucrado en este proceso. La eliminación de URI en animales de laboratorio impide el desarrollo embrionario, y se ha descubierto que está relacionado con el retrovirus MERVL.
La coevolución simbiótica entre los retrovirus endógenos y las células huésped garantiza una progresión fluida y oportuna del desarrollo embrionario temprano. Por lo tanto, la relación entre la proteína vírica, URI y los factores de pluripotencia está finamente modulada para coordinar la transición suave de la totipotencia a la pluripotencia y la especificación del linaje celular durante el desarrollo embrionario.
Fuente: El Confidencial
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