DESCRUBEN POR QUÉ VEMOS COLORES QUE LOS PERROS NO LOGRAN VER

Los perros no ven en blanco y negro, sino que ven colores. Pero al igual que los colibrís ven colores que los humanos no podemos ni imaginar, aunque los caninos no pueden distinguir todos los colores que vemos nosotros. Y es que mientras que los humanos tenemos tres tipos de conos, las aves tienen cuatro, que nos permiten discriminar el espectro de luz roja, verde y azul, y ver los colores del arcoíris, pero los perros solo tienen dos tipos de conos.

En una investigación hecha mediante retinas humanas cultivadas en una placa de Petri, un equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins ha descubierto cómo una rama de la vitamina A genera células que permiten a las personas ver millones de colores, una capacidad que los perros, gatos y otros mamíferos no tienen.Al modificar las propiedades celulares de los organoides, el equipo de investigación descubrió que una molécula llamada ácido retinoico determina si un cono se especializará en detectar la luz roja o la luz verde. Solo los humanos con visión normal y los primates que están muy relacionados con los humanos desarrollan el sensor rojo.

Durante décadas, los científicos pensaron que los conos rojos se formaban porque las células se juntaban al azar a detectar longitudes de onda verdes o rojas, y la investigación del equipo de Johnston insinuó recientemente que el proceso podría controlarse mediante los niveles de hormona tiroidea.En cambio, la nueva investigación sugiere que los conos rojos se materializan a través de una secuencia específica de eventos orquestados por el ácido retinoico dentro del ojo.

Las células de los conos verdes y rojos son muy parecidas, menos por una proteína llamada opsina, que detecta la luz y le dice al cerebro qué colores vemos. Diferentes opsinas determinan si un cono se convertirá en verde o rojo, aunque los genes de estos dos colores siguen siendo idénticos en un 96%. Los investigadores también apreciaron cómo cambiaban las proporciones de los conos verdes y rojos en los humanos, esto fue uno de los hallazgos más sorprendentes de la nueva investigación, dijo Sarah Hadyniak, la investigadora que lleva la investigación. Los científicos aún no saben del todo cómo la proporción de conos verdes y rojos puede variar tanto sin afectar la visión de una persona. 

Para entender mejor enfermedades como la degeneración macular, que causa la pérdida de células sensibles a la luz cerca del centro de la retina, los investigadores están trabajando con otros laboratorios de Johns Hopkins. El objetivo es profundizar su comprensión de cómo los conos y otras células se vinculan con el sistema nervioso.

Para el futuro los investigadores se han propuesto ayudar a las personas con estos problemas de visión, afirman que llevará tiempo pero el haber producido estos tipos de células ya es un avance.

Fuente: La Razón

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