Investigadores de la Universidad Johns Hopkins han realizado un emocionante descubrimiento sobre la visión humana y cómo difiere de la de nuestros amigos caninos. Aunque se creía que los perros veían en blanco y negro, ahora sabemos que también perciben colores, aunque no todos los que nosotros vemos.
El estudio se centró en retinas humanas cultivadas en laboratorio, utilizando una placa de Petri. Los científicos descubrieron que una rama de la vitamina A genera células especializadas en los humanos, permitiéndonos ver millones de colores. Esta capacidad no está presente en perros, gatos y otros mamíferos.
El ácido retinoico, una molécula clave, determina si los conos en la retina se especializarán en detectar luz roja o verde. Solo los humanos con visión normal y primates cercanamente relacionados desarrollan el sensor rojo. Este hallazgo arroja luz sobre el daltonismo y la pérdida de visión relacionada con la edad.
La investigación también revela que los conos rojos se forman a través de una secuencia específica de eventos orquestados por el ácido retinoico en el ojo. Las células de los conos verdes y rojos son similares, pero una proteína llamada opsina diferencia su función. Diferentes opsinas determinan si un cono se convertirá en un sensor verde o rojo.
Los investigadores también mapearon las proporciones muy variables de estas células en las retinas de 700 adultos. Ver cómo cambiaban las proporciones de los conos verdes y rojos en los humanos fue uno de los hallazgos más sorprendentes de la nueva investigación, según Sarah Hadyniak, autora del estudio.
El ácido retinoico, una molécula clave, determina si los conos en la retina se especializarán en detectar luz roja o verde. Solo los humanos con visión normal y primates cercanamente relacionados desarrollan el sensor rojo. Este hallazgo arroja luz sobre el daltonismo y la pérdida de visión relacionada con la edad.
La investigación también revela que los conos rojos se forman a través de una secuencia específica de eventos orquestados por el ácido retinoico en el ojo. Las células de los conos verdes y rojos son similares, pero una proteína llamada opsina diferencia su función. Diferentes opsinas determinan si un cono se convertirá en un sensor verde o rojo.
Los investigadores también mapearon las proporciones muy variables de estas células en las retinas de 700 adultos. Ver cómo cambiaban las proporciones de los conos verdes y rojos en los humanos fue uno de los hallazgos más sorprendentes de la nueva investigación, según Sarah Hadyniak, autora del estudio.
Aunque aún no comprendemos completamente por qué la proporción de conos verdes y rojos puede variar tanto sin afectar la visión de una persona, este descubrimiento podría tener implicaciones importantes para comprender enfermedades como la degeneración macular. Esta enfermedad causa la pérdida de células sensibles a la luz cerca del centro de la retina.
El profesor Robert Johnston, autor del estudio, señala que la esperanza futura es ayudar a las personas con problemas de visión. Aunque llevará tiempo, el hecho de saber que podemos producir diferentes tipos de células es muy prometedor.
En resumen, nuestra capacidad para ver una amplia gama de colores es un rasgo distintivo de la visión humana, y este estudio nos acerca a comprender mejor cómo funciona este proceso en nuestras retinas.
El profesor Robert Johnston, autor del estudio, señala que la esperanza futura es ayudar a las personas con problemas de visión. Aunque llevará tiempo, el hecho de saber que podemos producir diferentes tipos de células es muy prometedor.
En resumen, nuestra capacidad para ver una amplia gama de colores es un rasgo distintivo de la visión humana, y este estudio nos acerca a comprender mejor cómo funciona este proceso en nuestras retinas.
Fuente:La Razón
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